Las vacunas son componentes clave en la prevención y el control de enfermedades. Es de suma importancia que las vacunas se manipulen con cuidado, se mantengan en las condiciones adecuadas y a las temperaturas correctas en todo momento. La calidad de una vacuna es responsabilidad conjunta de todos, desde su fabricación hasta su administración.
La cadena de frío de las vacunas
La cadena de frío suele constar de varios entornos de temperatura controlada en los que las vacunas se conservan y distribuyen en condiciones óptimas. Comienza con el almacén frigorífico de la planta de producción y se extiende a través del transporte de las vacunas hasta el distribuidor. Desde allí, las vacunas se entregan a las instalaciones de suministro, donde se almacenan. La cadena de frío termina cuando la vacuna se administra al paciente. Es importante manipular y almacenar correctamente las vacunas en todos los eslabones de la cadena de frío.
Los errores en el almacenamiento y la manipulación pueden dar lugar a costes elevados por vacunas desperdiciadas y revacunaciones innecesarias. También pueden provocar la pérdida de confianza del paciente si es necesario repetir las vacunaciones.
Organizaciones como la OMS, la FDA y la Comisión Europea entienden que la calidad debe desempeñar un papel central y han colaborado para definir normas nuevas y críticas. Hacen hincapié en que deben tomarse medidas para garantizar la seguridad de los consumidores. Tanto las empresas como las organizaciones sin ánimo de lucro comprenden la importancia del cambio. Por lo tanto, ¡la salvaguardia continua y el control de la temperatura correcta de estos productos es el único camino!
- Las vacunas deben almacenarse adecuadamente desde su fabricación hasta su administración.
- Responsabilidad conjunta de fabricantes, canales de distribución, personal médico y proveedores de atención sanitaria.
Almacenamiento de vacunas
La gestión eficaz de las vacunas tiene muchas variables, como el tipo de unidad de refrigeración utilizada, la forma en que se carga el producto en la unidad, la frecuencia y el tiempo de apertura de las puertas y la temperatura ambiente/exterior en el lugar donde se encuentra el frigorífico. Todo ello influye en la temperatura de la vacuna almacenada.
Una exposición excesiva al calor, al frío o a la luz en cualquier etapa de la cadena de frío puede dañar las vacunas, con la consiguiente pérdida de eficacia. Cualquier exposición a condiciones anormales reduce aún más la potencia de la vacuna. Si bien unas condiciones inadecuadas pueden afectar a la eficacia de las vacunas almacenadas en frío, una única exposición a temperaturas de congelación puede incluso destruir algunas. Por ejemplo, las vacunas líquidas que contienen un adyuvante pueden perder su eficacia cuando se exponen a temperaturas de congelación. Por otra parte, las nuevas vacunas de ARN requieren temperaturas extremadamente bajas, de hasta -80 °C.
En este contexto, mantener temperaturas adecuadas y estables en los frigoríficos, congeladores y unidades de almacenamiento controlado de vacunas es
una necesidad crítica e impulsora. Todo ello subraya la necesidad de un control fiable de la temperatura para garantizar que los medicamentos sensibles a la temperatura se mantengan dentro de determinados márgenes de temperatura.
Documentación manual y digital de la temperatura
El control de la temperatura es una parte importante de las buenas prácticas de almacenamiento y manipulación. Se recomienda utilizar registradores de datos digitales calibrados con un certificado de calibración actualizado y válido.
Existen varios tipos de dispositivos de control de la temperatura:
Consejo: Utilice únicamente dispositivos calibrados con un certificado de calibración actualizado.
Documentación de temperatura manual y digital
La cantidad de documentación de temperatura requerida para los productos almacenados ha sido tradicionalmente una verdadera carga para los directores de farmacia, coordinadores/proveedores de programas de vacunas, hospitales y laboratorios.
Las comprobaciones diarias, la documentación manual de las temperaturas mínimas y máximas y las directrices internas para los protocolos de temperatura pueden afectar a la productividad del personal e interrumpir su objetivo principal, que debería ser la atención al paciente.
Los registradores digitales de datos de temperatura son una alternativa rentable a los termómetros Min/Max. Ofrecen varias ventajas con respecto a los termómetros clásicos.
Ventajas de los registradores de datos digitales:
- La visualización digital de la temperatura está disponible fuera del entorno de refrigeración
- Se pueden utilizar sondas remotas para registrar el interior de recipientes como viales
- Funciones de alerta
- Visualización de las temperaturas actual y mín./máx.
- Amplia memoria para datos medidos
- Intervalos de registro configurables
Control automatizado de la temperatura con función de alarma
Además de utilizar registradores de datos individuales, también hay disponibles sistemas totalmente automatizados para la supervisión de la temperatura de las vacunas.
Estos ofrecen la ventaja de que las alarmas de temperatura pueden enviarse por correo electrónico o SMS. De este modo, los empleados pueden conocer a tiempo las fluctuaciones de temperatura. El control automático de la temperatura es especialmente útil con grandes reservas de vacunas para poder reaccionar a tiempo ante las fluctuaciones de temperatura.
Registradores de datos con cualificación WHO-PQS
La OMS establece directrices estrictas para el almacenamiento y la supervisión de vacunas.
Aquí encontrará un resumen de nuestros registradores de datos precalificados por la OMS. Sólo tiene que utilizar el filtro "WHO PQS qualified".